Primero, entendiendo qué es el Internet de las cosas (IoT), podemos decir que describe la red de objetos físicos («cosas») que llevan incorporados sensores, software y otras tecnologías con el fin de conectarse e intercambiar datos con otros dispositivos y sistemas a través de Internet. Estos dispositivos van desde objetos domésticos comunes hasta herramientas industriales sofisticadas. En datos encontrados en la red, vemos que hay más de 10 mil millones de dispositivos IoT conectados en la actualidad y los expertos prevén que este número aumentará a 22 mil millones para el 2025. 

Pero,  ¿qué tanto la conectividad y la tecnología están presente en la cotidianidad de nuestras vidas? ¿Será que son una necesidad o un privilegio para algunos? Y mejor aún, ¿Cuál será la evolución del mundo con estos desarrollos tecnológicos que sin duda modifican la conducta de las personas?

 Es aquí donde nosotros como compañía hacemos un alto en el camino, siendo la tecnología el eje fundamental para nuestro propósito. Queremos detenernos y pensar en los beneficios y tal vez en ciertas barreras personales que podemos encontrar con el IOT.

 Hoy, el mundo gira cada vez más rápido y la carrera por estar en la cima y ser los primeros cada vez nos obliga a vivir en otra dinámica, a otro ritmo, en otra frecuencia. Esto hace que necesitemos herramientas que nos ayuden a simplificar nuestro trabajo, nuestros quehaceres del hogar, nuestros estudios, y hasta la forma en cómo nos ejercitamos. Es un hecho palpable que la tecnología, la conectividad y los desarrollos en dispositivos y elementos del día a día, están inmersos inexorablemente en cada cosa que hacemos.

 Es aquí donde debemos determinar el cómo los utilizamos, para qué los usamos y de qué manera afectan positivamente nuestro entorno, haciendo de la actualidad un mundo donde es más fácil tener negocios a distancia, automatizar procesos, generar desarrollos de inteligencia artificial y muchos otros mecanismos que optimizan nuestro ambiente, entendiendo cada vez más hacia dónde va la humanidad y aprendiendo de lo que consumimos a diario digitalmente, pero intentando no perder nuestra conexión con lo real, con lo visible y lo presente,  El mundo físico y el digital van de la mano y cooperan entre sí.

 Con este panorama es fácil creer que hoy en día todos deben  tener una conectividad en donde puedan acceder a lo fundamental. La salud, la educación, el trabajo y otros frentes, y sin dejar a un lado agentes externos como la pandemia, que hicieron que las personas y las conductas evolucionaran, exigiendo un adelanto exponencial en el mundo y particularmente en Colombia, logramos superar algunos paradigmas que no nos dejaban avanzar. Esta necesidad de poder estar conectados, de crecer, de mejorar y transformar nuestras condiciones, fueron indispensables y es aquí donde los nuevos desarrollos, la implementación de nuevos elementos conectados a una red, han estado cada vez más presentes y son más naturales en nuestro entorno.

 Es importante entender que los avances tecnológicos tienen un propósito y un impacto en nuestras vidas. Avanzar, creer, mejorar e impulsar nuestro presente. Y esto implica generar más tecnología al servicio de la humanidad y de nuestro mundo. No olvidemos que “El verdadero progreso es el que pone la tecnología al alcance de todos” – Henry Ford.

El IOT en nuestra vida